Echo de menos todo. Echo de menos a la gente, sus sonrisas y sus «buenos días». Ya no desayuno idli, el café con leche ha ganado puestos al chai por desgracia.
Estoy viendo Españoles por el Mundo Madrás. No puedo haceros una presentación mejor que esta del estado en el que he estado, Tamil Nadu. La capital es fea, ruidosa y odiosa, pero se quiere igual. Me he emocionado al recordar todas las experiencias y, es que los tópicos, en mi caso, aunque los deteste, son ciertos; «He vuelto cambiada, yo ya no soy la misma.»
La semana que viene hay un festival de yoga, si reúno el dinerito suficiente me compraré el pase de un día, la academia MIR me impide ir todos. Me he aficionado al yoga ashtanga, a la meditación, a los mandalas y a tó. No sé cómo será aquí, pero allí, de buena mañana en la playa, viendo amanecer y rodeada de amigos… ¡Qué afortunada he sido!
Os quiero ir contando poco a poco mi viaje, ya que muchos estáis en la distancia y es a través del blog la única manera que tenéis de saber de él. He vuelto sana y salva, con mucha energía y muy feliz. El clima me parece un regalo divino tras mi verano en la India. He estado con mis amigas el fin de semana de festival, un lujo teneros cerca y desocupadas otra vez. Pero iré contando cositas a lo largo de estos meses de estudio.
Vanakam,
Nandri.